Para reducir los gastos en café, decidimos comprar esta cafetera fría. Está compuesta por una tapa abierta y un filtro de malla fina que se enrosca en la tapa. Además, el filtro se puede extraer fácilmente, así como la parte inferior del mismo, lo que facilita su limpieza. La malla es de plástico, lo que significa que no se oxida, aunque podría volverse frágil. La limpieza es muy sencilla: hay que retirar el filtro y vaciar el polvo, eliminar la parte inferior y enjuagar. Para preparar café frío, el filtro se llena de café molido y se añade agua fría hasta que la olla esté llena. Después se deja reposar en la nevera por al menos un día, cuanto más tiempo mejor el sabor del café.