No sabíamos nada acerca de la resistencia, pero decidimos comprarla para preparar papas fritas. El resultado fue sorprendente, ya que con ella no se necesita ni una gota de aceite para cocinarlas, no hay olor a fritura, ni calor ni tareas de limpieza. El consumo de luz es alto, por lo que hay que tener cuidado, ya que nuestro recibo de luz ha aumentado de 250 a 300 pesos. Esta resistencia nos ha permitido preparar rápidamente alimentos que de otra forma llevarían mucho tiempo preparar. Es una buena inversión, por lo que decidimos arriesgarnos y estamos satisfechos con el resultado.