Opiniones de usuarios y asociaciones de consumidores sobre los mejores tipos de ollas que puedes comprar en México
El tamaño de la olla que compres deberá depender de la cantidad de comida que quieras preparar y del número de personas que vayan a comer. Lo ideal es tener varias ollas de diferentes capacidades para adaptarse a cada ocasión.
Una olla pequeña, de aproximadamente 5 litros puede servir para cocer pasta o verduras, mientras que una olla grande, de 10 litros, puede ser útil para hacer caldos, guisos o cocinar al vapor.
El material con el que está fabricada una olla influye en su resistencia, su anti adherencia, su conductividad térmica y su precio. Los materiales más comunes que se encuentran en el mercado son el acero inoxidable, el aluminio fundido y el hierro colado.
El acero inoxidable es un material económico, duradero, fácil de limpiar y que no se oxida. Una de las desventajas que posee, es que no es muy antiadherente ni conduce bien el calor, por lo que puede hacer que los alimentos se peguen o se quemen si no se controla bien la temperatura.
El acero inoxidable es adecuado para cocinar alimentos líquidos o rápidos, como sopas, cremas o salsas, por lo que si sueles consumir este tipo de platos, te recomendamos comprar una olla de este material.
El aluminio fundido es un material más caro que el acero inoxidable, pero también es más resistente y antiadherente. Conduce muy bien el calor y lo distribuye de forma uniforme por toda la superficie de la olla, lo que permite cocinar los alimentos de forma homogénea y ahorrar energía.
El aluminio fundido es ideal para preparar sofritos, frituras, estofados o cualquier plato que requiera un control preciso del calor, por lo que recomendamos comprar una olla de este material si acostumbras a cocinar estos platos (o si quieres comenzar a hacerlo).
El hierro colado es un material pesado, robusto y que retiene mucho el calor. Tiene una capa de esmalte que le da un aspecto brillante y evita que se oxide o se raye.
El hierro colado es perfecto para cocinar a fuego lento, como asados, guisos o cocidos.
La forma ideal de la olla que compres también dependerá del tipo de plato que desees cocinar.
Las ollas altas y estrechas son buenas para cocer pasta, arroz o legumbres, ya que necesitan mucha agua y poco espacio. Las ollas bajas y anchas son mejores para saltear, freír o dorar los alimentos, ya que permiten una mayor evaporación y contacto con el calor.
Las ollas redondas, por otro lado, son las más versátiles y se adaptan a casi cualquier preparación.
El tipo de cocina que tengas también influye en el tipo de olla que debes comprar. No todas las ollas son compatibles con todos los fuegos.
Las ollas de acero inoxidable, por ejemplo, funcionan bien en cualquier tipo de cocina (gas, eléctrica, inducción o vitrocerámica), mientras que las ollas de aluminio fundido solo sirven para las cocinas de gas o eléctricas. Las ollas de hierro colado pueden usarse en cualquier tipo de cocina, excepto en las de inducción.
El uso que le vayas a dar a la olla dependerá de tus preferencias culinarias. Hay muchos tipos de ollas según su función específica: ollas exprés, ollas a presión, cazuelas, cacerolas, sartenes, woks, etc.
Lo ideal es tener varias ollas de diferentes usos para adaptarse a cada receta. Por ejemplo, las ollas exprés son buenas para cocinar rápido y ahorrar energía, las ollas a presión son buenas para cocinar a fuego lento y conservar los nutrientes, las cazuelas son buenas para hacer guisos o asados, las cacerolas son buenas para hacer salsas o cremas, las sartenes son buenas para hacer tortillas o huevos fritos, los woks son buenos para hacer salteados al estilo oriental, etc.
Los precios de los diferentes tipos de ollas que se pueden encontrar en México varían según el material, la marca, el tamaño y el lugar donde se compren. Sin embargo, te daremos precios aproximados que puedes encontrar en el mercado.
Ollas de acero inoxidable: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 200 pesos hasta los 3000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y la capacidad de la olla. Una olla de acero inoxidable de 5 litros puede costar alrededor de 300 pesos, mientras que una olla de acero inoxidable de 10 litros puede costar alrededor de 1000.
Ollas de aluminio fundido: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 500 pesos hasta los 5000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y la capacidad de la olla. Por ejemplo, una olla de aluminio fundido de 5 litros puede costar alrededor de 800 pesos, mientras que una olla de aluminio fundido de 20 litros puede costar alrededor de 3000.
Ollas de hierro colado: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 1000 pesos hasta los 10000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y la capacidad de la olla. Por ejemplo, una olla de hierro colado de 5 litros puede costar alrededor de 1000 pesos, mientras que una olla de hierro colado de 10 litros puede costar alrededor de 4000 pesos.
Ollas exprés: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 800 pesos hasta los 4000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y la capacidad de la olla. Por ejemplo, una olla exprés de 5 litros puede costar alrededor de 1200 pesos, mientras que una olla exprés de 12 litros puede costar alrededor de 2000 pesos.
Ollas a presión: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 1000 pesos hasta los 5000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y la capacidad de la olla. Por ejemplo, una olla a presión de 5 litros puede costar alrededor de 1500 pesos, mientras que una olla a presión de 21 litros puede costar alrededor de 4000 pesos.
Cazuelas: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 300 pesos hasta los 2000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y la capacidad de la olla. Por ejemplo, una cazuela de cerámica con tapa y asas puede costar alrededor de 500 pesos, mientras que una cazuela esmaltada con tapa y asas puede costar alrededor de 1000 pesos.
Cacerolas: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 200 pesos hasta los 1500 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y la capacidad de la olla. Por ejemplo, una cacerola con tapa y mango largo puede costar alrededor de 300 pesos, mientras que una cacerola con tapa y dos asas puede costar alrededor de 600 pesos.
Sartenes: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 100 pesos hasta los 2000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y el tamaño de la olla. Por ejemplo, un sartén antiadherente de 20 cm puede costar alrededor de 200 pesos, mientras que un sartén antiadherente de 30 cm puede costar alrededor de 500 pesos.
Woks: el precio de este tipo de ollas puede ir desde los 300 pesos hasta los 3000 pesos, dependiendo de la calidad, el diseño y el tamaño de la olla. Por ejemplo, un wok antiadherente de 28 cm puede costar alrededor de 400 pesos, mientras que un wok antiadherente de 36 cm puede costar alrededor de 1000 pesos.
A continuación, daremos respuesta a algunas de las preguntas frecuentes que tienen los usuarios mexicanos al comprar una olla:
Usar una olla tiene muchas ventajas para tu alimentación y tu comodidad. Algunas de ellas son: cocinar alimentos de forma fácil y segura, sin necesidad de muchos utensilios ni conocimientos; ahorrar tiempo y energía, ya que se puede cocinar en una sola olla y con menos fuego; conservar los nutrientes y el sabor de los alimentos, ya que se evita la pérdida de agua y de jugos; preparar diferentes platos y recetas, desde sopas y caldos hasta carnes y postres; limpiar y guardar la olla con facilidad, ya que suelen ser resistentes y antiadherentes.
Usar una olla también tiene algunas desventajas o inconvenientes que hay que tener en cuenta antes de elegir este recipiente. Algunas de ellas son: gastar dinero, ya que se necesita comprar una olla de calidad y adecuada a nuestras necesidades; ocupar espacio, ya que se necesita tener un lugar para almacenar la olla cuando no se usa; cuidar la olla, ya que se necesita seguir unas instrucciones y unos cuidados específicos para usar y conservar la olla; adaptarse a la olla, ya que se necesita conocer el funcionamiento y el rendimiento de la olla para cocinar correctamente.
Para usar la olla correctamente y obtener los mejores resultados, es importante seguir unas instrucciones y unas recomendaciones específicas según el tipo de olla que hayas elegido.
Algunos consejos generales son: leer atentamente el manual de usuario y seguir las indicaciones del fabricante; lavar y secar bien la olla antes del primer uso y después de cada uso; elegir el tamaño adecuado de la olla según la cantidad de alimento que vayas a cocinar; llenar la olla con el líquido necesario según el tipo de cocción que vayas a hacer; colocar la tapa correctamente según el tipo de presión o vapor que quieras; ajustar el fuego según el tiempo y la temperatura que requiera la receta; esperar a que la olla se enfríe antes de abrirla o limpiarla.
Para cuidar tu olla y evitar posibles daños o averías, es importante seguir unos cuidados básicos que pueden variar según el tipo de material y el tipo de función que tenga tu olla. Algunos consejos generales son: limpiar la olla con agua tibia y jabón neutro, sin usar estropajos ni productos abrasivos; secar bien la olla con un paño suave y seco, sin dejar restos de humedad ni de suciedad; guardar la olla en un lugar seco, fresco y seguro, sin exponerla al sol, al calor ni a golpes; no usar la ola para otros fines que no sean los indicados por el fabricante; no someter la