Opiniones de usuarios y asociaciones de consumidores sobre los mejores tipos de autoasientos que puedes comprar en México
Los autoasientos son productos diseñados para garantizar la seguridad de los niños pequeños en el coche. Son ideales para brindar protección en caso de accidente o frenado brusco, por lo que elegir el autoasiento adecuado para tu hijo es una decisión muy importante.
Por ello, en este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber antes de comprar un autoasiento, para que puedas hacer tu elección de forma responsable.
En México, el uso de un autoasiento es obligatorio para aquellos niños que sean menores de 12 años o que midan menos de 1.45 metros. Además, los niños deben viajar siempre en el asiento trasero del coche, a menos que esté ocupado por otros niños o que el vehículo no disponga de él.
El uso del autoasiento es importante para prevenir lesiones graves o mortales en los niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que los autoasientos pueden reducir hasta un 70% el riesgo de muerte y hasta un 90% el riesgo de lesión en los niños.
Además, se recomienda que los niños viajen a contramarcha (en sentido contrario a la marcha del vehículo) el mayor tiempo posible, al menos hasta los 4 años. Esto es así porque los niños tienen una cabeza más grande y pesada en proporción que los adultos, y su cuello es más débil y frágil. Al viajar a contramarcha, el autoasiento absorbe la mayor parte del impacto y distribuye la fuerza sobre una superficie mayor, protegiendo así la cabeza y el cuello del niño.
El autoasiento es indispensable, ya que el cinturón de seguridad del coche está diseñado para personas adultas y puede causarle daños al niño en caso de accidente. Si llevas a un niño en tus brazos durante un viaje en coche, probablemente saldrá despedido o quedará aplastado en caso de colisión.
A la hora de elegir un autoasiento para tu hijo, debes tener en cuenta los siguientes puntos:
Debes elegir un autoasiento que cumpla con las normas oficiales mexicanas (NOM) o con las normas internacionales de seguridad, como las de la Unión Europea (ECE R44/04) o las de Estados Unidos (FMVSS 213).
Estas normas garantizan que el autoasiento ha pasado por pruebas de resistencia, calidad y durabilidad. Además, debes verificar que el autoasiento tenga un sistema de anclaje adecuado al cinturón de seguridad del vehículo o al sistema ISOFIX, que es un estándar internacional que permite fijar el autoasiento directamente a la carrocería del coche.
Los sistemas más comunes de instalación para autoasientos son los siguientes:
El cinturón de seguridad es el sistema más tradicional de instalación y consiste en sujetar el autoasiento al asiento del coche mediante el cinturón de seguridad del vehículo. Requiere seguir las instrucciones del fabricante para asegurar una correcta instalación.
ISOFIX es un sistema moderno y seguro que consiste en anclar el autoasiento al chasis del coche mediante unos enganches metálicos que se encuentran entre el respaldo y la base del asiento del vehículo.
Es un sistema rápido y fácil, pero requiere que tanto el coche como el autoasiento sean compatibles con este sistema.
LATCH es un sistema similar al ISOFIX pero que utiliza unas correas con ganchos en lugar de enganches metálicos. Es un sistema también rápido y fácil, pero requiere que tanto el coche como el autoasiento sean compatibles con este sistema.
Recuerda, en todos los casos, comprobar la compatibilidad del vehículo, si quieres un autoasiento con sistema ISOFIX o LATCH, tu vehículo debe permitir este sistema.
Estos son los criterios más importantes para elegir el grupo de autoasiento adecuado para tu hijo. Debes verificar que tu hijo cumpla con los requisitos mínimos y máximos de cada grupo, y que el autoasiento se ajuste correctamente a su cuerpo.
Lo más seguro es que tu hijo viaje a contramarcha el mayor tiempo posible, preferiblemente hasta los 4 años o más.
Los autoasientos se clasifican en grupos según el peso y la altura del niño:
Son aquellos diseñados para recién nacidos y bebés de hasta 10 kg o 75 cm. Se instalan a contramarcha y tienen forma de capazo o canastilla.
Suelen tener un asa para transportarlos y se pueden acoplar a las carriolas dentro de sistemas de viaje (dúos o tríos).
Son para bebés hasta 13 kg o 85 cm. Se instalan a contramarcha y tienen forma de casco o concha. Suelen tener un cojín reductor para asegurar la posición semi-acostada del bebé.
Se pueden acoplar a las carriolas dentro de sistemas de viaje (dúos o tríos) o a las bases ISOFIX para facilitar su instalación.
Son para niños de 9 a 18 kg o de 80 a 105 cm. Se pueden instalar a contramarcha o a favor de la marcha, según el modelo. Tienen un arnés de 5 puntos que se fija en los hombros, caderas y entrepiernas del niño.
Suelen tener un asiento amplio y reclinable, un arnés ajustable y un protector de impacto lateral.
Son para niños de 15 a 25 kg o de 100 a 125 cm. Se instalan a favor de la marcha y funcionan como una sillita alta para elevar al niño y que pueda usar el cinturón de seguridad del coche. Suelen tener un respaldo alto y acolchado, un reposacabezas regulable y unos protectores laterales.
Son para niños de 22 a 36 kg o de 120 a 150 cm. Se instalan a favor de la marcha y funcionan como un elevador para que el niño pueda usar el cinturón de seguridad del coche. Suelen tener solo una base acolchada, sin respaldo ni reposacabezas.
Son los autoasientos que se pueden usar desde el nacimiento hasta los 12 años o más, según el modelo. Se pueden convertir en diferentes grupos según el peso y la altura del niño, cambiando la orientación, el arnés o el respaldo del autoasiento.
Suelen tener un diseño robusto y versátil, que se adapta al crecimiento del niño.
El autoasiento debe brindarle a tu hijo una buena postura y una buena ventilación. Debes revisar que el autoasiento tenga un relleno suave y cómodo, que se adapte al cuerpo del niño y que no le cause ningún daño.
También debes comprobar que el autoasiento tenga una funda lavable y transpirable, que sea fácil de quitar y poner y que mantenga al niño fresco y seco. La cabecera debe ser regulable en altura, sostener la cabeza y el cuello del niño y reclinarse en varias posiciones, para facilitar el descanso del bebé.
Los autoasientos se pueden plegar o reducir de tamaño para facilitar su transporte o su almacenamiento. Algunas formas de plegado son las siguientes:
Es la forma de plegado más común y consiste en doblar el autoasiento por la mitad, como si fuera un libro. Es una forma de plegado fácil y compacto, pero puede ocupar más espacio que otros tipos de plegado.
Es un plegado menos común y consiste en doblar el autoasiento en forma de Z, como si fuera un paraguas. Es un plegado muy compacto y ligero, pero puede ser menos estable y resistente que otros tipos de plegado.
Es un plegado muy innovador y consiste en reducir el autoasiento a un tamaño mínimo, que cabe en una maleta o una mochila. Es un plegado ideal para viajar con el autoasiento como equipaje de mano o como mochila.
Los autoasientos con arnés de 3 puntos y con arnés de 5 puntos tienen algunas diferencias importantes. El arnés de 3 puntos se abrocha en tres puntos: dos en los hombros y uno en el centro del pecho. El arnés de 5 puntos se abrocha en cinco puntos: dos en los hombros, dos en las caderas y uno entre las piernas.
El arnés de 3 puntos es más fácil de usar y ajustar que el de 5 puntos. Sin embargo, ofrece menos protección en caso de impacto lateral o frontal, ya que no sujeta bien la parte inferior del cuerpo del niño. Además, puede provocar lesiones internas si el cinturón presiona el abdomen del niño con fuerza.
El arnés de 5 puntos es más seguro que el de 3 puntos, ya que distribuye mejor la fuerza del impacto sobre el cuerpo del niño y evita que se deslice hacia abajo o hacia los lados. También reduce el riesgo de lesiones internas al evitar que el cinturón presione el abdomen del niño. Sin embargo, es más difícil de usar y ajustar que el de 3 puntos, y puede resultar incómodo para el niño si está muy.
Los autoasientos booster, por otro lado, tienen un dispositivo diseñado para posicionar el cinturón de seguridad de los adultos en el cuerpo de un niño. Los modelos con respaldo pueden venir con cinturón propio o sin cinturón. Aquellos con cinturones son ideales para los grupos 1, 2 y 3 (9 a 36kg); los que no tienen cinturones son ideales para los grupos 2 y3 (15 a 36kg).
La principal diferencia es que un autoasiento con arnés mantiene al niño en su lugar, es decir, el pasajero pierde la libertad de moverse libremente. Un booster, por el contrario, únicamente pone el cinturón de seguridad en el lugar correcto.
Pasar de un autoasiento con arnés a un booster les permite a los niños tener mayor libertad de movimiento. Ambos dispositivos proporcionan protección en caso de un accidente si son utilizados de manera correcta, por lo que la decisión de cambiar de un autoasiento con arnés a un booster está basada en la edad del niño y su madurez. La habilidad de sentarse correctamente suele alcanzarse a partir de los cinco años.
A continuación, te daremos una lista de lo que cuestan los diferentes tipos de autoasientos en México, para que consideres cuál se ajusta mejor a tu presupuesto:
Comprar un autoasiento para tu hijo no es una decisión sencilla, pero no es imposible y es una gran inversión en materia de seguridad.
Ahora que conoces las características más importantes sobre cada tipo de autoasiento, podrás escoger el más indicado para ti. Recuerda que el autoasiento es un elemento esencial para el cuidado y el transporte de tu hijo, por lo que debes elegir uno que sea cómodo, seguro, práctico y duradero.